jueves, 23 de octubre de 2008
Madre hoy por la calleja,
me han señalado, me han dicho rojo.
Con desmanes de desprecio.
Con la mirada llena de odio.
Hijo mío no te aflijas y hazle a esa gente oídos sordos.
Roja es la libre amapola, que se mece en los trigales.
Es la nariz de un payaso que cambia risas por males.
Roja es la tinta de amores y la flecha de Cupido
que enlaza dos corazones.
Rojo es el carmín del beso que pintaba en el reverso
de la carta que a tu padre le mandaba con lo nuestro.
Roja es la sangre, la vida
que defendiendo principios
derramo tu padre un día.
No, tú no estés triste pequeño mío,
que la pasión es de un rojo vivo.
Jesucristo fue el primer rojo todos iguales lo dijo a gritos.
Si, tu padre fue un rojo no lo olvides.
Que quiso y supo sentirse libre.
Defendiendo a capa y espada la libertad contra los fusiles.
Lucho por la democracia, por los derechos humanos,
por un pueblo siempre soberano.
Por su gente su casa y sus hijos.
Por dejarte un futuro mejor.
Si , deja que te llamen rojo
Que más que un color bonito
Fue un sueño grande y hermoso.
1 comentarios:
Un sueño que no debe morir porque el rojo es el único color posible para la sangre, nuestra esencia.
Saludos, me encanta tu blog.
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